El pasado mes de diciembre se dio a conocer el premio nacional recibido por el equipo de investigadores del Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Granada (LabIC.UGR). Fueron merecedores del Premio MPA de la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas por el proyecto MASAI (siglas de Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes). Un hito que sirve de culminación a quince años de trabajo, demuestra la capacidad de la UGR de trabajar con el entorno empresarial y da relumbrón a un éxito investigador.
Hace quince años, este laboratorio consiguió 720.000 euros gracias a tres contratos con seis empresas. Una cifra modesta si se compara con los 60 millones que la Consejería de Fomento ha conseguido de Europa gracias a MASAI. Precisamente la Consejería, empresas privadas y la UGR decidieron apostar por la línea de trabajo de este grupo investigador, encabezado entonces por Antonio Menéndez y Mayka Rubio, que recuerda que aquellos contratos fueron un “impulso” decisivo. “Vino la crisis y ahí estuvieron las empresas”, recalca sobre aquellos primeros pasos.

El punto de partida fue este: el asfalto había quedado al margen de la incorporación de innovaciones. Mientras la industria automovilística, por ejemplo, había avanzado a pasos agigantados en pocas décadas, los compuestos que se emplean en las carreteras venían a ser los mismos que hace años. “Han sido cien años haciendo lo mismo”, explican los investigadores.
La visión de que había un espacio que cubrir y la existencia de un mercado propicio a incorporar posibles innovaciones favorecieron que en 2009 el laboratorio comenzara a despegar. Se consiguieron varios proyectos en convocatorias públicas, “siempre con el enfoque” de avanzar en investigación aplicada, apostar por la colaboración público-privada y “mejorar el sistema productivo”, indica Fernando Moreno.